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VIETNAM EN BICICLETA

HANOI - TRIBUS DE LAS MONTANYAS DEL NORTE ( TREN NOCTURNO )

A primera hora de la mañana, después de desayunar como un ciclista, me asomé a la puerta del hotel a tomar el fresco por unos minutos. Hace un día precioso, el sol me calienta la cara mientras la brisa de la mañana me refresca, el contraste esta mezclado en una proporción tan precisa que la sensación resulta muy agradable. Mientras disfruto de este regalo meteorológico pienso en el plan del día, hasta las nueve de la tarde no sale el tren nocturno para Lao Cai, hay que aprovechar al máximo el tiempo que tengo hasta entonces.     La primera tarea  será desmontar a Vega y embalarla, es un proceso delicado, tiene que ir bien protegida, le espera un viaje lleno de sobresaltos, golpes y decenas de equipaje sobre ella. Necesito cinta de embalar, un cuter, una caja grande y algún tipo de acolchado, esperando tener más suerte que en La Habana o Valencia para encontrar lo que preciso, me encamino por las callejuelas del barrio antiguo de Hanoi. No es difícil darse cuenta enseguida que cada calle esta dominada por un gremio profesional entre ellos: zapateros, hojalateros, floristeros, costureros, etc. Se trata de buscar la calle de las ferreterías, allí podré comprar la cinta y el cuter, la caja se la compraré a cualquier tienda que tenga alguna grande apilada a la puerta esperando a ser reciclada (aquí se recicla todo). Encontrada la calle de las ferreterías compro además de lo que necesito, un encargo para un amigo, mientras lo hacia veo a lo lejos un puesto que vende corcho blanco en laminas de distintos grosores, es genial, me servirá para proteger a Vega perfectamente dentro de la caja. No tardo mucho tampoco en encontrar una caja pero no es lo suficientemente grande, por unos 10 cm. no entrara la bicicleta, así que me llevo además una placa de cartón suelta para fabricar una extensión para la caja, aunque es material para reciclar por el que no pagan casi nada, me piden seis euros que consigo rebajar a tres, aun así creo que es la mejor venta de cartón que ha hecho en su vida, las dos partes hemos salido ganando.    Cargado como una mula con todo el material, que aunque no pesa mucho si es muy voluminoso me voy en dirección al hotel que esta como a 1 km, los chicos de las moto-taxi (motobiker en Vietnam) al verme no paran de ofrecerme transporte, pero no me imagino como podemos ir los dos sentados con todo el cargamento que llevo sobre la moto, creo que seria peor el remedio que la enfermedad, así que deniego la invitación con una sonrisa y un "camooun"  (gracias). Llegado al hotel bajé la bicicleta a la puerta, me hice la foto de "Victoria, Vietnam conquistado" que por la lluvia no me puede hacer anoche frente al cartel de Hanoi en la autovía de entrada y  despliego todas las herramientas que necesito para desmontar. Me pongo manos a la obra. Enseguida Jah un Motobiker que esta siempre frente al hotel esperando encontrar algún cliente, se acerca y me ayuda en todo el proceso de desmonte y embalaje ante la expectación de una docena de vietnamitas ociosos (cachicanes), para agradecerle su inestimable ayuda le dije que por la tarde lo necesitaría para que me llevase en la moto un par de horas para ver Hanoi, ya hablaríamos. El embalaje quedó perfecto, creo que resista  bien el trato de los lanzadores de los aeropuertos.    Me acerque a comer al pequeño restaurante en el que acabe de cenar ayer, esta a la izquierda del hotel a 20 metros un pequeño local bien acondicionado con una buena carta de platos occidentales y vietnamitas a un precio razonable unos 5 euros la comida, el personal como siempre muy amable. Además tiene una pantalla plana de Internet colgada en la pared de la mesa y un teclado de goma que te permite aprovechar el tiempo mientras te sirven los platos. No lo he dicho antes, en los restaurantes de Vietnam tardan siempre como 15 o 20m minutos en servirte lo que pides, esto es debido a que te lo cocinan en el momento, así que aunque toque esperar un poco las ventajas como que este recién esterilizada y mas sabrosa la comida merecen la espera.    Me di una ducha, aquí al menos hay que hacerlo cuatro o cinco veces al día y fui al encuentro de Jah el motobiker para darnos una vuelta por la ciudad. Allí estaba en la acera que esta frente al hotel como siempre sobre su moto, esperándome como habíamos quedado. Negociamos el precio para dos horas 160.000 dongs (8 €)  y le sume un extra por la ayuda que me presto con la bicicleta. Nos pusimos en marcha y nos acercamos al lago que esta en el centro de la ciudad donde pudimos visitar una pagoda y dar un largo paseo a pie por la orilla contemplando otra hermosa puesta de sol acompañados por multitud de ciudadanos, la zona es un punto de esparcimiento importante. De nuevo en la moto, me llevo hasta el mausoleo del poeta Ho Chi Minh donde reposa convertido en cecina como su homologo ruso. Frente al edificio del mausoleo hay un boulevard inmenso con la anchura de unos 12 carriles y unos dos Km. de longitud que esta cortado al trafico, lo aprovechan los vietnamitas para hacer gimnasia mientras lo recorren de un extremo al otro, además parece tener un uso ceremonial pues parece estar diseñado para desfiles militares. Toda la acera que recorre el paseo por delante del mausoleo esta vigilada por policías de bonito que no te dejan pisarla, no se que temen que le pueda hacer al tío Ho (como se le conoce en Vietnam) un tipo delgaducho como yo vestido con una camiseta y las canillas al aire, puede ser que conozcan el manejo que tenemos los bercianos con la cecina, no se. Estuve un buen rato por la zona, después acudí de nuevo junto a Jah que me propuso ver algún monumento más, pero le dije que prefería ver desde la moto la vida de Hanoi, así que nos dedicamos a recorrer los barrios relajadamente antes de regresar al hotel. Una imagen que me llamo la atención, esta en las fotos es el paso de las vías del tren por un barrio de Hanoi donde se mete encallejona entra las casas pasando aun metro de las puertas por ambos lados. Les dije en el hotel el plan de viaje que tenia para los próximos días, primero hacia las montañas y después a la bahía de Halong, para que me guardasen en consigna la caja de la bicicleta y todo mi equipaje yo solo me llevaría la mochila de agua con cuatro cosas. Este servicio es una de las opciones interesantes que tienen los hoteles en Vietnam, puedes dejar allí el grueso del equipaje mientras visitas la ciudad o te vas de viaje por unos días y no quieres cargar con todo, también si vas de paso te puedes pasar solo a darte una ducha.    A las 8:30 de la tarde un poco justo de tiempo tomo un taxi para ir a la estación de trenes, el taxista de mi edad que estaba escuchando música relajante, al decirle que tenia prisa por llegar la cambio por un CD de "maquina" y se puso a conducir el taxi como un loco entre las miles de motos, parecía un cortacésped que fuese a cortar la alfombra de motos que se nos cruzaban por delante, lejos de darme miedo me hizo morirme de la risa todo el recorrido, fue verdaderamente emocionante.    Llegue a tiempo a la estación, primero me fui al baño que tenia una pinta que echaba para atrás, después rápidamente hacia el tren. Hay que recorrer una gran explanada con vías en todos los sentidos para llegar hasta el andén de donde sale el convoy.  A las nueve y quince minutos sale el tren de la estación, mientras cruza la ciudad me doy una vuelta por los vagones próximos y compruebo que el que precede al mío tiene prestaciones ligeramente superiores y el que le sigue es de gran lujo con los acabados en madera. Aunque da la impresión de que no esta permitido pasarse a esos vagones, en un descuido de los controladores que están en los extremos me cuelo y les echo un vistazo. Lo primero que comprobé fue que los baños era como los de una casa con azulejado incluido, mueble de lavabo de madera y taza de cerámica, así que tuve claro que si necesitaba un wc me colaría en el vagón de súper lujo para usar su baño y así lo hice varias veces en el recorrido, el de mi vagón era una taza plana metálica en el suelo, de las que había antaño en algunos bares españoles. En mi camarote había cuatro literas, que nos repartimos una mujer vietnamita a la que le cedí la mía que estaba abajo por que le era muy difícil subir a la suya en lo alto y una pareja canadiense con los que puede hablar un buen rato en francés y español con el varón (lo había estudiado en el colegio). Sobre las 22:30 apagamos las luces y a dormir.     

3 comentarios

tino basanta -

noraboa(galego que parece vietnamita) gus!, gracias por hacernos vivir tan de cerca el viaje.tras leerte casi cada día se quedaba uno con la sensación pegajosa del calor y el agua constante,esa en la que se te pega el viaje al cuerpo.
esperando la próxima nos quedamos.un abrazo enorme agustín.

tinin

Teje -

Conseguido. Enhorabuena. Disfruta el tiempo que te queda en Vietnan pues te lo has ganado con creces. Ha sido maravilloso poder seguirte en tu viaje, y disfrutarlo contigo. Muchos besos y hasta pronto. Teje

Miguel Yuma -

Enhorabuena por tu viaje. Los has hecho y no has tenido graves percances; ahora te queda rebobinar, y al poco, preparar el siguiente. LO de las semillas de plantas, pienso que es más fácil de lo que parece. No tienes más que acercarte a una tienda donde vendan flores y pedirlas; estoy seguro, que uno de tus paseos por Hanoi, encuentras una floristería.¡Ah!, y la gente no puede publicar en este blog, porque muchos ignoran que tienen que contestar obligatoriamente a la pregunta de ¿Cuanto son 2 y 2?. De verdad. Mil besos, amigo.